Capital Social, Intercambiando Experiencias en el Proyecto Hijuelos
Como parte de las acciones para generar un ecosistema en el que familias, productoras de agave y mezcal, del proyecto Hijuelos logren su sostenibilidad por medio de la creación o fortalecimiento de emprendimientos rurales, es que se trabaja en el Desarrollo Comunitario a través de acciones que promueven el desarrollo y alianzas personales, entre las familias, comunidades y organizaciones.
Una de las primeras acciones fue realizada el pasado 1 de julio del 2022. La comunidad Barranca Fierro en el estado de Oaxaca, fue el punto de encuentro de 50 participantes de las comunidades San Lorenzo Albarradas, Rancho El Ciruelo, Barranca Fierro y Tlacolula de Matamoros, también del estado de Oaxaca, quienes se reunieron para compartir experiencias y aprendizajes en el marco del proyecto Hijuelos. Las familias que acudieron al encuentro trabajan en la diversificación de actividades productivas (producción de huevo, crianza de borregos y cerdos y cultivo de hortalizas) para generar ingresos a través de agronegocios consolidados en nuestros proyectos
Para iniciar la jornada, las y los participantes compartieron su visión de futuro y motivaciones al participar en los proyectos promovidos por Heifer. Un elemento común fue la búsqueda de mejores oportunidades y medios de vida para sus familias y su comunidad, así como la intención de seguir aprendiendo.
Provenientes de la comunidad de San Lorenzo Albarradas, acudieron a este encuentro familias que implementaron huertos escolares y de traspatio. La familia González García, llegó a la comunidad en este año en el marco de la pandemia y encontraron en el cultivo de hortalizas una oportunidad para fortalecer los vínculos con su comunidad, alimentarse mejor y generar ingresos, lo que les anima a arraigarse en su nuevo hogar. Además, la colaboración entre mujeres, madres de familia, permitió que la producción del huerto escolar fuera exitosa, logrando una mejor nutrición de las niñas y los niños además de un tener ingresos para la escuela
Aumentar la cantidad y calidad de interacciones entre las personas, comunidades y actores en las cadenas de valor, es clave para restaurar el tejido social, sensibilizar y concientizar en la toma de decisiones, así como para propiciar el involucramiento y solidaridad que permita a las familias mejorar sus ingresos y su alimentación. El proyecto busca la restauración del paisaje y el involucramiento de las mujeres al igual que de los jóvenes, para potenciar capacidades de resiliencia en las comunidades.
Un grupo de mujeres originarias de Rancho El Ciruelo, expuso sus aprendizajes sobre nutrición y el impacto que ha tenido sobre su salud y la de sus familias el tener una alimentación balanceada con alimentos que ellas mismas pueden producir. La señora Natividad Altamirano compartió su testimonio, indicó que al inicio del proyecto fue diagnosticada con anemia grave, por lo que recibió orientación de la especialista en nutrición del proyecto. Esto la llevó a cambiar sus hábitos alimenticios con recetas que le permitían aprovechar alimentos disponibles en su localidad. Al término del proyecto sus estudios de laboratorio evidenciaron la recuperación de su estado de salud al no presentar indicadores de anemia.
Las mujeres de este grupo aprendieron sobre hábitos para disminuir y controlar la diabetes, uno de ellos, aumentar el consumo de verduras en la familia, como el nopal; para facilitar que todos los miembros de la familia consuman verduras, innovaron por medio de la elaboración de tostadas de nopal. En el proyecto se capacitaron y perfeccionaron la receta, actualmente están evaluando ampliar la variedad de verduras para las tostadas y convertir esta iniciativa en un emprendimiento lidereado por mujeres. La receta fue compartida en el encuentro para que las familias visitantes pudieran integrarla a su dieta.
Otras acciones para lograr los objetivos del proyecto es que las familias incluyan en sus actividades la crianza de animales como aves para la producción de huevo libre de jaula y estrés, borregos, cerdos y donde el bienestar animal es parte crucial del sistema productivo de sus granjas. Las promotoras de la comunidad anfitriona compartieron información sobre los beneficios de la alimentación complementaria y la técnica para desarrollar bloques multinutricionales; además se visitaron los sitios de crianza de los animales y las familias brindaron información sobre los cuidados y aprendizajes obtenidos durante el proyecto.
Destaca la participación de la familia Mendoza Vicente, provenientes de Teotitlán del Valle, Oaxaca, quienes participaron en el proyecto Hatching Hope; la señora Elvira Vicente hizo referencia a los retos que enfrentó para poner en marcha su granja y la importancia de la participación de su esposo, hija e hijo en esta actividad, la colaboración de toda la familia ha hecho posible el éxito de su granja. Iniciaron con 42 aves, hoy en día tienen 150 y esperan extender su granja hasta con 300 aves. Su mensaje ejemplificó cómo la perseverancia, la organización y una buena administración, hacen posible el éxito. Su testimonio inspiró a las familias a involucrarse en los proyectos de diversificación y verlos como una opción para mejorar su alimentación y la generación de ingresos.
Este evento, que fortaleció el capital social, terminó con lecciones de superación y nuevos conocimientos, pero sobre todo mucho entusiasmo por seguir, por hacer crecer sus granjas y por emprender sus agronegocios.
Nota de Isabel Ruiz y estilo César Sánchez
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